
17 Feb Gestión de la demanda y agregación: nuevas oportunidades para los consumidores
El empoderamiento de los consumidores y la posibilidad de participación activa en los mercados de la electricidad constituye uno de los objetivos de la Directiva (UE) 2019/944 de mercado interior de la electricidad.
Esta concepción parte de la idea de que, a diferencia del pasado, en el que el consumidor tenía un papel pasivo y adquiría la energía a unos precios regulados, en el presente, el consumidor tiene la posibilidad de producir energía -«prosumidor» – y asimismo vender la electricidad autogenerada, y participar en los mercados de electricidad, directamente o mediante agregación.
En un entorno de descarbonización en el que se irán suprimiendo progresivamente las fuentes de energía con emisiones de efecto invernadero, y se irán sustituyendo por las energías renovables, los consumidores desempeñarán un papel relevante para dotar al sistema eléctrico de la flexibilidad que requerirá una generación de electricidad renovable y variable.
Por otra parte, la implantación de los contadores inteligentes, que posibilitan que el consumidor disponga de información en tiempo cuasi real, y por otra parte la digitalización y la evolución tecnológica, permiten la aparición de soluciones que les permiten tener un papel más activo en la gestión de su demanda, y reducir su factura eléctrica.
En este nuevo escenario, la gestión de la demanda se convierte en una fuente de flexibilidad indudable para aportar la debida estabilidad al sistema. La propia Directiva de mercado interior define la gestión de la demanda como el cambio de consumo de electricidad por parte de los clientes finales, respecto de sus pautas de consumo normales o actuales como respuesta a las señales del mercado, incluidos aquellos en respuesta a precios o mediante pago de incentivos, para vender una reducción o incremento de demanda a un precio en un mercado organizado.
Unido a la gestión de la demanda, aparece la figura del agregador, como un nuevo sujeto participante en el mercado de electricidad que presta servicios de agregación, entendido como la función que combina múltiples consumos de clientes o electricidad generada, para su venta, compra o subasta en cualquier mercado de electricidad.
El agregador efectúa una función de intermediación entre grupos de clientes finales y el mercado. Por su parte, mediante la agregación, el consumidor se beneficia, consiguiendo una reducción del coste de aprovisionamiento de energía.
Con la publicación de la Resolución de la CNMC de 11 de diciembre de 2019, por la que se aprueban las condiciones relativas al balance, se ha dado un paso importante para la agregación. Así, se definen las condiciones para los proveedores de servicios de balance, permitiendo la agregación de las instalaciones de demanda, de almacenamiento de energía y de instalaciones de generación en una zona de programación.
Es por tanto, uno de los pasos necesarios para garantizar a los consumidores el derecho a participar en los mercados de electricidad y por tanto comercializar la flexibilidad aportada, mediante agregación. En definitiva, para que el consumidor pueda tener un papel activo.