Nuevo mecanismo europeo de financiación para potenciar las energías renovables

Nuevo mecanismo europeo de financiación para potenciar las energías renovables

La Unión Europea (UE) se ha marcado como uno de sus objetivos en materia de lucha contra el cambio climático lograr que, un 32% del consumo final de energía provenga de energía renovable en el año 2030.

Con tal de lograr este objetivo los Estados miembros deben contribuir con una cuota de energía procedente de fuentes renovables al consumo final bruto de energía.

En el año 2018, las energías renovables representaron el 18% del consumo final de energía en la UE, ligeramente por debajo del objetivo para el año 2020 del 20%, según datos de Eurostat[1].

Sin embargo, el crecimiento de las energías renovables ha sido desigual en los 27 Estados miembros de la UE y, si bien algunos países alcanzaron sus objetivos establecidos para 2020 hace ya varios años, otros se están quedando atrás.

Los datos revelan diferencias entre los Estados miembros. Suecia, por ejemplo, tuvo la mayor proporción con el 54,6%, seguida de Finlandia y Letonia con el 41,2% y el 40,3% respectivamente. Por el contrario, en los Países Bajos y Bélgica las energías renovables supusieron solamente el 7,4% y el 9,4% respectivamente.

Uno de los principales factores que influyen en estas diferencias es la desigual disponibilidad de terrenos y recursos, lo que limita el potencial para desplegar proyectos de producción de energía renovable a gran escala en algunos países.

A fin de tratar de solucionar esta disparidad, la Comisión Europea publicó el pasado 17 de septiembre de 2020 el Reglamento de Ejecución (UE) 2020/1294  de 15 de septiembre de 2020 relativo al mecanismo de financiación de energías renovables de la Unión, que se espera sea de aplicación a principios del año 2021.

Actualmente los Estados miembros alcanzan la mayor parte de los objetivos fijados mediante la implementación de proyectos de energía renovables en su propio territorio. Este nuevo reglamento expande y facilita la posibilidad de la cooperación internacional para resolver un problema global.

Este mecanismo establece un marco normativo que permitirá a los Estados miembros trabajar juntos para financiar y realizar proyectos de energía renovable, ya sea como país de “acogida” o como país “contribuyente”. La energía generada por estos proyectos computará a efectos de los objetivos de energía renovable de todos los países participantes de forma proporcional a su contribución económica en los proyectos financiados con cargo a este mecanismo.

Este mecanismo constituye una herramienta adicional para subsanar desfases entre los países miembros en la consecución de los objetivos de energía renovable. Supone además una posible ayuda a la hora de estimular las economías de los países que conforman la Unión Europa, poniendo en marcha proyectos a gran escala, apoyando a las PYME locales y creando puestos de trabajo.

El gran interés que despierta este sector constituye una posibilidad de revitalizar la economía de los países que apuesten por encabezar esta necesaria e inexorable transición hacia las energías renovables. Prueba de ello es la importancia que se le ha dado a la transición energética en los fondos de recuperación post-Covid. El plan de recuperación económica a largo plazo pasa ineludiblemente por crear una sociedad más sostenible.

Según lo previsto en el Reglamento de gobernanza de la UE[2], este mecanismo será gestionado por la Comisión europea, y atraerá inversiones mediante licitaciones públicas que pondrán en contacto a inversores y desarrolladores.

Este nuevo mecanismo que implanta el Reglamento permitirá a los Estados miembros “contribuyentes” invertir en proyectos de energía renovable en otros países, que recibirán una asignación de energía renovable por cada euro invertido, ayudándolos a conseguir los objetivos fijados.

Los Estados miembros “de acogida”, a su vez, desarrollaran los proyectos de energía renovable financiados en su territorio, aprovechando los recursos geográficos y condiciones climáticas que propician este tipo de proyectos.  Esto supondrá importantes beneficios en cuanto a modernización del sistema energético y creación de empleo e inversión local, aumentando también la seguridad energética de los mismos.

Vemos pues que tanto los Estados miembros contribuyentes como los de acogida disponen de amplios incentivos para participar en este mecanismo, que ofrece una oportunidad para que los Estados miembros puedan lograr sus objetivos de penetración de energías renovables y contribuir de este modo a cumplir con los objetivos de neutralidad climática de la Unión Europea.

Aleix Cuadrado

Verdia Legal

[1] Eurostat news realease 17/2020-23 January 2020.

[2] REGLAMENTO (UE) 2018/1999 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 11 de diciembre de 2018 sobre la gobernanza de la Unión de la Energía y de la Acción por el Clima